La escena de la coldwave francesa a principios de los 80 es inabarcable, un agujero oscuro repleto de nombres extraños, muchos de los cuales tampoco llegaron a tener una carrera muy extensa. Lo que pasó en Francia con la llegada e interiorización del postpunk fue similar a la proliferación de bandas en los EEUU influenciadas por los Beatles y los Stones en los 60. Formaciones con una vida corta, con una importante dosis de amateurismo pero con capacidad creativa suficiente para fabricar hits que perdurarían en el tiempo (eso sí, escondidos en un cajón). En ambos casos un gran número de grupos no pasaron de sacar un ep o un álbum, y en ambos casos proliferan hoy un gran número de aficionados y profesionales que continúan recopilando cintas perdidas de bandas que 30 años después aún están por descubrir. La propia escena estaba, de hecho, poco definida, hasta el punto de utilizar diversas etiquetas para categorizarla: Darkwave, Minimal Synth o Coldwave, entre otras. Y sus influencias eran múltiples, de Joy Division a Kraftwerk, de The Human League a The Cure. El objetivo estaba puesto en el pasado más reciente y en el presente más futurista, pues no perdían de vista lo que sucedía en esos momentos en Detroit. Lo que pasó en Francia durante esos años no fue menor sino que su poca difusión está relacionada con su origen no anglosajón. Y eso que muchos intentaron compensar el hándicap geográfico cantando en inglés, pero ni así, de hecho en Francia tampoco llenaban estadios precisamente.

Una vez ya has decidido que te interesa seguir leyendo, la pregunta es: ¿Cómo afrontar este baile de nombres extraños sin perderse? Podríamos citar algunos de los principales referentes, pero vamos a hacerlo más sencillo, mi recomendación es la escucha obligada de este “Try Out” de Kas Product y después lo demás. En esta página iremos recomendando algunos de los hits más interesantes del género, sin prisas, todo llegará.

Kas Product era un dúo con unas singularidades que es difícil pasar por alto. De entrada, su estilo mantenía una relación dialogante entre el punk y el post-punk, una evolución que nunca entendieron como contraposición sino como progresión. Arte contemporáneo a grito pelado y con actitud desafiante, esto es lo que habría hecho John Lydon si no se hubiese cansado de sí mismo y no le hubiese invadido la necesidad vital de romper con todo. Por otro lado, la mitad de Kas Product, Mona Soyoc, era cantante de jazz, algo que se quedaría en anécdota sino fuera porque eso se nota en el disco, especialmente en “No Shame”, un tema que rompe fronteras -¡Innovar a veces es más sencillo de lo que parece!- sin pervertir géneros, dejando tan solo un ligero poso de aturdimiento. Después están los hits -¡Y qué hits!- “Man of Time”, “Never Come Back” y “So Young But So Cold” especialmente pensados para ser bailados por contorsionistas, rompiendo cinturas o solo reconducibles a la pista de baile por medio del espasmo.